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Prevención y reducción de los daños

El Plan de Acción sobre Adicciones 21-24 aprobado el mes de enero de 2022, pone foco en aspectos de género, y el binomio violencia y abuso de sustancias. Junto con este enfoque, todo el Plan pondrá una atención especial en la promoción de la salud de los menores.

Desde el primer Plan Nacional sobre Drogas, aprobado en 1985 en un contexto de alarma social suscitada por la irrupción de la heroína en nuestro país, se ha mantenido un esquema de consenso como eje de la planificación de las actividades en materia de adicciones, implicando no sólo al Ministerio de Sanidad sino también a otros organismos clave en la Administración General del Estado como el Ministerio de Interior, las CCAA, las entidades sin ánimo de lucro del sector, las corporaciones locales, personas expertas e investigadoras y los agentes sociales.

Objetivos del nuevo Plan de Acción

El principal objetivo es ofrecer a las Administraciones Públicas y entidades un marco de referencia con un enfoque integrado, equilibrado y basado en la evidencia para que lleven a cabo los planes y programas relacionados con las adicciones objeto de su competencia.

El Plan contempla y atiende a grandes retos, como las nuevas formas de adicción antes no estudiadas y nuevos patrones de consumo, dada la preocupación social por el aumento del uso “patológico” de internet, de los medios digitales y de las redes sociales y también ante el patrón de consumo de alcohol por parte de personas menores de edad y jóvenes.

En este nuevo Plan destaca un mayor énfasis en actividades relacionadas con la prevención y reducción del riesgo, así como con la coordinación y mejora de gestión del propio Plan.

Este Plan responde a las dos grandes metas de la ENA:

Conseguir una sociedad más saludable e informada
Conseguir una sociedad más segura

En cuanto al primer objetivo, el Plan se centra en las áreas de prevención y reducción del riesgo; atención integral y multidisciplinar; reducción de daños e incorporación social.

Asimismo, y para conseguir una sociedad más segura, el Plan se centra en la reducción y control de la oferta, en la revisión de normativa y en el fomento de la cooperación judicial y policial a nivel nacional e internacional.

También toma en consideración como áreas transversales: la coordinación, la gestión del conocimiento, legislación, cooperación internacional y comunicación para las que define objetivos específicos.

Como el anterior, este Plan incluye una serie de acciones específicas a desarrollar con los organismos, entidades o unidades administrativas responsables de su implementación, así como los indicadores e instrumentos de evaluación de estas acciones.

Entre las acciones de prevención y reducción del riesgo, destacan:

– La promoción de la prevención ambiental y adecuación de los programas de prevención a los entornos digitales.

– El desarrollo de un ocio saludable impulsando la prevención de violencia sexual y sexo de riesgo en contextos de ocio.

– El fomento de la prevención y la investigación de las adicciones comportamentales.

– La mejora de la seguridad vial a través de la detección temprana e intervención breve en transporte y accidentes de tráfico.

Por otra parte, el Plan plantea acciones para mejorar la atención integral a través de:

– La mejora de la calidad de las intervenciones.

– El abordaje de la violencia de género y adicciones en recursos asistenciales.

– La implantación de buenas prácticas en el buen uso de hipnosedantes y analgésicos opioides.

– La mejora de la respuesta asistencial a los internos de centros penitenciarios y de centros de internamiento para extranjeros con problemas de adicciones.

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